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Y tú, ¿lavas bien tus genitales?

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Sheila

Mantener una buena higiene de tus genitales es esencial para tu salud y bienestar general. Sin embargo, no siempre recibimos las instrucciones correctas (ya sea en el hogar o en la escuela) para hacerlo de forma segura. Toma en cuenta que se trata de tejidos delicados a los que hay que tratar con sumo cuidado.

La higiene adecuada de los genitales y la zona anal no sólo previene infecciones y enfermedades, sino que también contribuye a una mayor comodidad y confianza. Es importante abordar este tema sin prejuicios ni vergüenza, entendiendo que cada cuerpo es único y requiere cuidados específicos. Conocer las mejores prácticas para la limpieza íntima ayuda a fomentar una actitud positiva hacia el propio cuerpo y su cuidado.

Higiene de tus genitales

La educación sobre la higiene íntima debe ser accesible y clara para todas las personas. Cada persona, independientemente de su género o situación, debe tener la información necesaria para mantener su salud íntima en las mejores condiciones.

Al brindar información precisa y libre de tabúes, promovemos un entorno en el que cada persona puede sentirse segura y bien informada sobre cómo cuidar de su cuerpo de manera efectiva y respetuosa.

Para lograrlo, el sitio Smart Sex Resource tiene una serie de consejos para que mantengas limpios tus genitales, siguiendo algunos sencillos pasos.

Duchas internas

La palabra “ducha” proviene del término francés “douche”, que significa simplemente “lavar”. Sin embargo, en los últimos años, el concepto ha cobrado otro significado más específico.

Si hablamos de duchas vaginales o duchas anales, éstas consisten en lavar con agua una cavidad del cuerpo. Las personas pueden elegir hacerse duchas por diversas razones: por motivos médicos o porque lo consideran higiénico, pero por lo regular no son necesarias.

Tanto la vagina como el recto tienen un delicado equilibrio de microorganismos y pH, por lo que introducir sustancias como jabones puede alterar ese ambiente y facilitar problemas de salud.

Limpieza del pene

Si tienes pene, puedes mantenerlo limpio lavándolo de la misma manera que lavas el resto de tu cuerpo: suavemente con agua tibia y un poco de jabón. En este caso, tanto el pene como los testículos están cubiertos de piel muy similar a la que encuentras en otras áreas.

Si tienes prepucio, debes retraerlo suavemente y lavar el glande, es decir, la parte que estaba cubierta por él. Esto puedes hacerlo simplemente con agua tibia. En cualquier caso, el jabón que utilizas para asearte normalmente será suficiente para estas áreas.

Limpieza de la vagina

La vagina es un órgano que se limpia a sí mismo. A pesar de lo que dice la publicidad de algunos productos, las duchas vaginales (es decir, el lavado de la cavidad vaginal) no son necesarias. Estas duchas podrían eliminar las bacterias saludables.

Los productos que compras en tiendas pueden contener ingredientes como vinagre, bicarbonato de sodio y/o perfume, los cuales pueden irritar el tejido vaginal, causando ardor y resequedad. Esto puede volver vulnerables a tus genitales, poniéndote en mayor riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual (ITS).

Algunas personas usan duchas vaginales porque les preocupa el olor vaginal, pero es normal que las vaginas tengan su propio olor, y este puede cambiar a lo largo del ciclo menstrual.

No está de más decir que el lavado vaginal no previene el embarazo.

Lavando la vulva

Como sabes, la vulva es el conjunto de genitales externos conformado por labios mayores, labios menores y clítoris. La vulva debe lavarse suavemente con agua tibia y un jabón suave y sin fragancia. Es importante evitar el uso de jabones fuertes o productos perfumados, ya que pueden alterar el equilibrio natural de las bacterias saludables y causar irritación.

Durante la limpieza, debes separar suavemente los labios y pasar tus dedos con delicadeza. Esto para asegurarte de eliminar cualquier residuo de sudor, secreciones o productos menstruales. Después de lavar, enjuaga bien la zona con agua tibia y seca con una toalla limpia y suave, dando pequeños toques en lugar de frotar.

Tus genitales ¿incluyen el ano?

La zona anal se considera parte de los genitales. Debes recordar que la limpieza del ano es superficial, usando agua tibia y jabón suave para lavar la piel. Sin embargo, también hay personas que deciden hacer duchas anales.

La ducha anal se usa a menudo con el fin de limpiar el recto antes del sexo anal. Este tipo de ducha implica introducir suavemente un poco de agua ligeramente tibia en el recto. Esta acción estimula una evacuación intestinal y el área se enjuaga suavemente hasta que el agua salga clara. Algunas personas usan una jeringa de bulbo para este propósito.

Si decides recurrir a la ducha anal, lo recomendable es usar sólo agua a temperatura ambiente o ligeramente tibia, ya que el jabón u otras sustancias pueden irritar el tejido que recubre el recto, lo cual aumenta el riesgo de adquirir ITS.

Cuida tus genitales

La higiene de los genitales es un aspecto fundamental de la salud general que no debes pasar por alto. Al entender y practicar las recomendaciones adecuadas para el lavado y la limpieza de los genitales y el recto, se puede prevenir una serie de problemas de salud y promover una mayor sensación de bienestar.

Adoptar estas prácticas sin prejuicios y con un enfoque positivo contribuye a una vida más saludable y segura. Cuidar de nuestro cuerpo es una forma de respetarnos y valorarnos.

Recuerda que una forma de cuidar de tu salud es usar condón. Otra medida que puedes tomar es hacerte una prueba de VIH periódicamente para conocer tu estatus. En AHF República Dominicana las tenemos gratis para ti. Sólo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz una cita ya.