Si has decidido tener una vida sexual activa, conservar tu salud es importante. Los métodos más efectivos para prevenir las infecciones sexuales son los llamados métodos de barrera, de los cuales el más famoso es el condón, pero ¿conoces los otros?
Un bloqueo eficaz
El objetivo de los métodos de protección de barrera es evitar que, durante alguna actividad sexual, haya contacto entre la piel, mucosas u órganos genitales de una persona con la piel, fluidos u órganos genitales de otra.
Es verdad que las relaciones íntimas se caracterizan por el contacto físico, pero también es verdad que esta misma situación nos expone a contraer alguna ITS que puede ser desde sólo una molestia hasta algo grave, como el herpes o el VIH, que son virus que no se eliminan del cuerpo. De esta forma, se han tenido que idear instrumentos que nos permitan disfrutar de las relaciones sexuales pero con el menor riesgo posible de contraer enfermedades.
La forma más eficiente, segura y también más placentera que se ha encontrado para poner una barrera a los microorganismos dañinos es el látex, un material muy resistente y que a la vez puede ser muy maleable y adaptarse a la temperatura del cuerpo.
Sin embargo, algunas personas presentan alergias a este material, por lo que se comenzaron a fabricar condones de otros materiales, como el poliuretano, cuya resistencia y flexibilidad se asemejan a los del látex, pero que tiene una composición química distinta.
Un condón para cada ocasión
Como sabemos, el método de barrera más conocido y utilizado (aunque no tanto como debiera serlo) es el condón masculino, ahora también llamado condón externo porque se coloca sobre el pene.
Las ventajas de este condón es que los hay de muchos tamaños, texturas y grosores para usarlos en diferentes prácticas sexuales. Por ejemplo, para la penetración vaginal funciona cualquiera que cubra bien el pene hasta su base, y que no quede demasiado apretado ni demasiado suelto. Para la penetración anal, que implica una mayor fricción, es mejor usar un condón más grueso y resistente para minimizar el riesgo de ruptura. Para el caso del sexo oral, algunas personas prefieren que el preservativo sea más delgado para ganar sensibilidad.
Si quieres aprender la forma correcta de colocar un condón masculino o externo, mírala aquí:
Pero existe otro aditamento igual de útil: el condón femenino, también llamado condón interno porque se coloca dentro de la vagina. Está hecho de poliuretano y, de forma similar al anterior, es un cilindro cerrado por uno de sus extremos, donde se inserta un anillo flexible que lo mantiene dentro del cuerpo, y en el extremo abierto tiene un anillo más grande que lleva al condón a cubrir los labios vaginales y el clítoris.
La principal diferencia de su homólogo masculino es que puede colocarse desde varias horas antes del encuentro sexual, y no necesita de ningún tipo de estimulación sexual para ser introducido (como en el caso del condón externo, que requiere que el pene esté erecto al colocarlo).
Lamentablemente, sólo una compañía en el mundo fabrica el condón interno, por lo que su costo es alto y no está disponible en todos los países, pero si llegas a tener acceso a él, dale una oportunidad y podrías encontrar un nuevo aliado para tu salud sexual.
Si quieres aprender la forma correcta de colocar un condón femenino o interno, mírala aquí:
Más opciones
Pero la sexualidad no está conformada sólo por la penetración, también la estimulación oral es una práctica frecuente. Y no importa si tienes relaciones con personas del sexo opuesto o de tu mismo sexo, también tienes opciones para protegerte de las ITS en esas actividades.
Una posibilidad es crear un campo de látex que te permitirá, por ejemplo, hacer sexo oral sobre una vagina sin correr el riesgo que implica el intercambio de fluidos. Los campos son rectángulos de látex que se colocan sobre el área a estimular (vulva, ano, etcétera), cubriendo toda la superficie. Aunque se llegan a vender como tales, lo más práctico es “fabricar” un campo a partir de un condón externo: simplemente, con unas tijeras, corta la punta del condón y luego corta el cilindro a lo largo. ¡Listo! Tienes tu campo protector.
Otra variante de la sexualidad es la masturbación o estimulación con los dedos, ya sea en el ano o en la vagina. Para evitar la transmisión de infecciones e incluso para proteger esos delicados órganos de un posible rasguño, puedes encontrar dedales hechos de látex, que son como un minicondón para tus dedos. O para más practicidad, puedes usar guantes de látex, como los que usa el personal de salud (médicos, enfermeros, dentistas), ya que muchas veces los puedes comprar en las farmacias.
Con todas estas opciones, no hay pretexto para tener relaciones sexuales sin protección. Sentirte a salvo de problemas de salud como las ITS podría brindarte la relajación suficiente para disfrutar a plenitud de tu encuentro sexual, sabiendo que no tendrás consecuencias indeseadas.
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