Un hombre alemán de 62 años se sometió, por iniciativa propia, a un total de 217 vacunas contra SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la COVID-19. Al conocer el caso, un equipo interdisciplinario de investigación se dio a la tarea de analizar la salud del hombre, llegando a una conclusión que los sorprendió: está sano.
Como lo reporta el portal web Biotech, en un lapso de 29 meses y de manera deliberada, aunque aún se desconocen las razones, recibió un total de 217 dosis de vacunas contra el nuevo coronavirus, yendo así “en contra de las pautas de vacunación nacionales” en Alemania, afirmó el equipo de investigación.
Un caso singular
El estudio del caso fue publicado en la revista médica The Lancet Infectious Diseases y el hombre fue identificado con el acrónimo HIM por el equipo de investigación, liderado por las doctoras Katharina Kocher y Carolin Moosman, de la Universidad de Erlangen-Núremberg.
Aunque el fiscal de Magdeburgo, ciudad de residencia de HIM, recopiló pruebas de 130 vacunaciones en un periodo de 9 meses e inició una investigación por fraude, finalmente no se presentaron cargos penales. De esas 130 vacunas, solo 108 fueron registradas de manera individual.
Las científicas y sus colegas conocieron el caso a través de reportajes periodísticos y, después de una exhaustiva búsqueda, localizaron al individuo con el fin de estudiar las implicaciones inmunológicas de la hipervacunación en esta situación única.
Según el doctor Kilian Schober, otro de los autores principales del estudio, una vez localizado HIM, se le invitó a participar en una serie de pruebas en el hospital universitario Erlangen. El hombre aceptó proporcionar información médica detallada, además de donar muestras de sangre y saliva.
A lo largo del período de hipervacunación, que abarcó desde noviembre de 2019 hasta octubre de 2023, no manifestó ningún efecto secundario atribuible a las múltiples dosis recibidas.
Los 62 parámetros de química clínica de rutina que se analizaron tampoco mostraron anomalías relacionadas con la hipervacunación contra la COVID-19 Además, no se detectaron signos de infección previa por el coronavirus, como lo indican pruebas repetidas de antígeno del SARS-CoV-2, PCR y serología de nucleocápside, todas negativas.
El mecanismo inmunológico
Por lo general, las vacunas contienen fragmentos del agente patógeno o una especie de “manual de instrucciones” que las células de la persona vacunada pueden utilizar para producir estos componentes del patógeno. Estos antígenos permiten que el sistema inmunológico aprenda a reconocer el patógeno real en caso de una infección posterior, lo que facilita una respuesta más rápida y efectiva. Sin embargo, ¿qué sucede cuando el sistema inmunológico está expuesto repetidamente a un antígeno específico?
“Este puede ser el caso de una infección crónica como el VIH o la hepatitis B, que presenta brotes regulares. Hay indicios de que ciertos tipos de células inmunes, conocidas como células T, luego se fatigan, lo que les lleva a liberar menos sustancias mensajeras proinflamatorias”, enfatiza Schober.
Estos efectos, junto con otros causados por la exposición frecuente a los antígenos, pueden debilitar el sistema inmunológico, haciendo que sea menos efectivo en la lucha contra el patógeno.
No obstante, en este estudio, en el que también participaron investigadores de Múnich y Viena, no se encontraron señales de tal debilitamiento del sistema inmunológico. Los resultados revelaron que HIM posee una abundante cantidad de células T efectoras dirigidas contra el SARS-CoV-2, actuando como una fuerza de combate natural contra el virus. Sorprendentemente, la persona examinada incluso tenía más de estas células en comparación con el grupo de control compuesto por personas que recibieron solo tres dosis de la vacuna. Los investigadores no observaron fatiga en estas células.
La doctora Katharina Kocher señala que “en general, no encontramos ningún indicio de una respuesta inmune más débil, sino todo lo contrario. Además, incluso la vacuna número 217 que recibió el hombre durante el estudio tuvo efecto. Como resultado, la cantidad de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 aumentó significativamente”.
Ocho vacunas diferentes
Otras pruebas realizadas indicaron que no se observaron cambios en la efectividad del sistema inmunológico contra otros patógenos. Por lo tanto, parece que la hipervacunación no ha causado ningún daño al sistema inmunológico en sí mismo.
Cabe decir que HIM recibió un total de ocho vacunas diferentes contra SARS-CoV-2.
No obstante, los investigadores destacan que este es un caso individual y que los resultados obtenidos no son suficientes para realizar conclusiones generales ni, mucho menos, para hacer recomendaciones para el público en general.
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