Cuando descubres que vives con el VIH, uno de los pensamientos inmediatos y que causa más temor es: ¿cómo les voy a decir alguna vez a mi familia o amistades sobre mi diagnóstico? ¿Qué pensarán de mí? La preocupación ante los posibles escenarios puede paralizarte y hacer muy duro mantener el silencio.
En primer lugar, debes saber que no tienes la obligación de revelar tu estatus de VIH si no lo deseas. Ya sea en el ambiente laboral, escolar o familiar, tu condición de salud es personal y sólo la compartirás con quien tú quieras, en el momento que lo decidas.
Sin embargo, también hay que reconocer que la mejor manera de mantenerse saludable y manejar bien el virus es construir un sistema de apoyo de personas a quienes amas y en quienes confías. Para lograr eso, necesitas superar tus miedos y hablar sobre tu estatus con aquellas personas que son importantes en tu vida.
Para hacer este camino más fácil, la revista electrónica Plus recopiló cinco sencillos pasos para atravesar el proceso de compartir tu estatus.
1. Habla con otras personas con VIH
Como primer paso, puede ayudarte mucho el recibir consejos de una persona que tenga experiencia en esta situación. Comunícate con alguien que sepas que vive con VIH. Si no tienes a nadie cercano, puedes hablar con alguien que sepas que al menos haya salido con alguien que vive con VIH.
También puedes buscar grupos de apoyo en línea y ahí formar una nueva amistad con alguien que pueda darte consejos. Tener una perspectiva de la vida real puede calmar cualquier estrés o preocupación que puedas tener.
2. Ármate con los hechos
Como posiblemente te sucedió al conocer tu diagnóstico, es probable que las personas a quienes les comuniques tu estado tengan muchas preguntas. Prepárate con algunos datos y cifras sobre el tratamiento del VIH o los ajustes que tendrás que hacer en tus hábitos. El objetivo es disipar sus preocupaciones sobre tu salud.
Asegúrate de obtener tus datos de fuentes confiables y si te preguntan algo que no sepas, anótalo para investigarlo después, seguramente te servirá.
3. Una persona a la vez
De inicio, no te preocupes por cómo manejará la noticia toda la gente en tu vida. Ve con una persona a la vez. Comienza con quien está más cerca de ti, esa persona que te apoya incondicionalmente.
Después de haber compartido la información con las personas en tu círculo más íntimo, puedes decidir cómo abordar al resto del mundo. Cada vez que lo digas, se volverá un poco más fácil.
4. Ten paciencia
Es muy probable que tu familia y amistades no conozcan la información más actualizada sobre el VIH, y pueden tener prejuicios sobre las personas que viven con el virus. Por ejemplo, pueden confundir inicialmente tu nuevo estatus de VIH con una enfermedad terminal, en lugar de la condición crónica manejable que es.
Dales tiempo para aprender y procesar la información. Ayúdales en esto cuando te lo pidan o te lo permitan. Recuerda que las personas que te aman probablemente estarán preocupadas y molestas al principio, pero eso es porque se preocupan por ti.
Ten paciencia. En uno o dos meses podrías estar charlando sobre tus resultados de laboratorio de la misma manera en que hablas sobre tu trabajo y tu vida amorosa.
5. Sé valiente
Sé valiente no sólo al enfrentar la conversación sobre tu estado de VIH, sino también al abrazar tu propia valía y autoestima. Reconoce que tu dignidad y tu valor como persona van mucho más allá de tu condición de salud. Eres una persona completa, con sueños, aspiraciones y contribuciones únicas al mundo que te rodea.
Al mantenerte firme en tu valentía, estás desafiando los estigmas y los prejuicios que rodean al VIH y estás abriendo el camino para una mayor comprensión y aceptación. No permitas que el miedo te impida buscar el amor y el apoyo que mereces. Sigue adelante con confianza. Recuerda que eres fuerte y mereces una vida plena y feliz.
Recuerda que si tienes un diagnóstico de VIH pero no has iniciado tu tratamiento, en AHF República Dominicana podemos ayudarte. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz tu cita ya.
