El tener sexo después de un diagnóstico de VIH puede ser una experiencia desafiante, pero también una oportunidad para reconectar contigo mismo. Ya de por sí, hablar acerca de cómo tener una vida sexual plena y disfrutable no es algo sencillo, si a esto se agrega el componente del VIH, el panorama se complica.
Si tú has recibido un diagnóstico de VIH recientemente, muchos pensamientos podrían estar pasando por tu mente. Uno de ellos, que tal vez ni siquiera sabías que existía, es el autoestigma o estigma internalizado. Cuando se enteran de que viven con VIH, muchas personas se enfrentan a sentimientos de vergüenza, culpa o temor al rechazo. Este autoestigma puede ser devastador y afectar negativamente la autoestima y la confianza en sí mismo.
Es muy importante que recuerdes que tu estatus de VIH no te define como persona. Tienes derecho a una vida plena, incluida una vida sexual saludable y satisfactoria. Superar el autoestigma implica aceptar el diagnóstico, entender que el VIH es manejable y reconocer que la sexualidad sigue siendo una parte vital de la existencia.
Borra los prejuicios
Para tener sexo de manera más plena, es importante que tengas la información más actualizada sobre lo que significa vivir con VIH hoy en día. Uno de los hallazgos científicos más relevantes de los últimos años es el concepto de “Indetectable es igual a intransmisible” (I=I). Esto significa que cuando una persona con VIH está en un tratamiento antirretroviral efectivo, su carga viral, es decir, la cantidad de virus que circula en su organismo, bajará tanto que será indetectable para las pruebas habituales de laboratorio.
Cuando hayas mantenido una carga viral indetectable durante al menos seis meses, será imposible transmitir el virus a través del contacto sexual. Es importante que cada vez más gente conozca esta información, ya que no solo empodera a las personas con VIH, sino que también puede reducir el estigma sobre tener sexo con alguien que vive con el virus. I=I es un principio ampliamente demostrado que ayuda a dejar atrás el miedo y los prejuicios.
Existen otras ITS, no olvides el condón
Aunque el riesgo de transmitir el VIH se elimina con una carga viral indetectable, es importante seguir usando el condón para protegerte de otras infecciones de transmisión sexual (ITS). Infecciones como la sífilis, la gonorrea, la clamidia, y el virus del papiloma humano (VPH) pueden transmitirse fácilmente al tener sexo sin protección.
Por ejemplo, el reciente brote de Mpox, que hace un par de años afectó de forma muy importante a las personas con VIH, pues fue en este grupo donde se registraron casos de muerte o enfermedad grave. Ante circunstancias como esta, ten presente que el sexo protegido es lo mejor para cuidar tu salud.
Aun así, es importante que sepas que cada persona es responsable de su salud sexual. La pareja o parejas con las que te relaciones deberían ser conscientes de que es necesario prevenir las ITS. Esto significa que tú no eres responsable de la salud de los demás. Sin embargo, las medidas que tú tomes para protegerte, por añadidura, ayudan al bienestar de aquellos con quienes compartes (y viceversa).
Para tener sexo, comienza por sentirte bien
Podrías estar dudando sobre si debes revelar tu estatus de VIH a tu pareja o parejas, pero esto no es necesario. Usar condón y mantener una carga viral indetectable con ayuda del tratamiento son dos herramientas tan efectivas para prevenir el VIH y otras ITS que no es relevante si has recibido un diagnóstico o no.
Al principio, recién después de tu diagnóstico, el tener sexo puede no resultar totalmente cómodo emocionalmente. En este caso, puedes probar con prácticas eróticas que no involucren la penetración, como una sesión de besos profundos o la masturbación mutua, de modo que vayas recuperando tu confianza.
Sin embargo, a medida que obtengas una mejor comprensión del VIH y logres derribar los mitos que lo rodean, podrás reconectar con tu propio cuerpo y con tu placer. El virus no es una barrera para el amor, el placer y la intimidad. Si todavía tienes dudas, podrías buscar el apoyo de un profesional de la salud o de otra persona con VIH, de modo que aprendas a manejar estas situaciones de forma efectiva.
No pierdas de vista que toda persona tiene derecho a tener sexo de manera plena, independientemente de su estatus serológico. Verás que vivir con VIH se vuelve más sencillo con el apoyo adecuado, la educación continua y un enfoque en la salud y el bienestar.
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