Una vida con VIH implica la necesidad de mantenerte saludable. Si recibiste tu diagnóstico hace poco, o incluso si ya llevas tiempo conviviendo con el virus, el autocuidado es fundamental para que tu vida sea mucho más larga y sana cada vez.
Como lo señala la revista Plus, una persona con VIH hoy tiene prácticamente la misma expectativa de vida que alguien que no tiene el virus. A medida que más y más personas alcanzan ocho décadas de vida, aquí te sugerimos una lista de las mejores cosas que puedes hacer para vivir tu vida con VIH de una manera más plena.
Lo primero y más importante, por supuesto, es tomar tu tratamiento antirretroviral en tiempo y forma, para así ayudar a tu sistema inmunológico a mantenerse en óptimas condiciones.
No olvides tu salud mental
1. Mantén el enfoque: La depresión, el estrés y la ansiedad pueden difíciles de superar, pero toma en cuenta que estas condiciones pueden dañar tu sistema inmunológico. La psicoterapeuta Melissa López advierte que estas emociones negativas pueden provocar una falta de motivación, lo que a su vez llevaría a descuidar la toma de medicamentos u otros hábitos saludables. La terapeuta sugiere buscar ayuda profesional desde el diagnóstico, para así trazar un plan para lidiar con la ansiedad, la depresión u otros sentimientos negativos.
2. Dale la espalda a la tristeza: Incluso cuando las cosas no parecen ir por buen camino, mirar las situaciones con una actitud positiva puede ser suficiente para ayudarte a superar una situación difícil, e incluso vivir más tiempo. Un estudio indicó que las personas en sus 20 años que usaban principalmente palabras positivas y afirmativas para describirse a sí mismas tenían más probabilidades de vivir hasta los 80 años que aquellas con perspectivas negativas. Además, las personas con una visión más positiva de la vida tienden a tener menos accidentes cerebrovasculares, problemas del corazón, lesiones y resfriados.
Mejora tu vida con VIH
3. Mueve tu cuerpo: El ejercicio físico tiene muchos beneficios, ya que ayuda a controlar tu peso, combate las enfermedades cardiovasculares y te permite verte bien y sentirte aún mejor, pero hay algo más importante. Ejercitarte puede ayudar a aumentar tus células inmunológicas, pues algunos estudios han mostrado que la actividad moderada, incluso en lapsos intensos y cortos, estimula un aumento en el recuento de células T. No es necesario que vayas al gimnasio si no quieres, puedes salir a caminar o bailar en tu casa durante media hora, recuerda que el mejor ejercicio es el que sí haces.
4. Escucha tu música interior: La pérdida de la función cerebral es un efecto secundario difícil tanto del VIH como del envejecimiento. La doctora Galina Mindlin, coautora del libro Tu lista de reproducción puede cambiar tu vida, ha creado la terapia musical cerebral, un método para convertir las ondas cerebrales de una persona en música para ayudarla a concentrarse, dormir y lidiar con el estrés o la depresión. Pero no es necesario ser el próximo Mozart para beneficiarse de la música. Cualquier canción que te calme puede ayudarte a reprogramar tu cerebro y mejorar tu estado de ánimo general.
No dejes caer tu vida social
5. Haz amistades (y no sólo en línea): Tener relaciones sólidas con otras personas puede ser una cuestión de vida o muerte. Una investigación conjunta de la Universidad Brigham Young y la Universidad de Carolina del Norte encontró que las personas con conexiones sociales débiles tenían un 50% más de probabilidades de morir en el periodo de seguimiento de la investigación que aquellas personas con vínculos sociales fuertes. Esto significó 7.5 años menos de vida, en promedio.
Para combatir los sentimientos de soledad, puedes unirte a grupos de apoyo para personas con VIH o encontrar amigos o familiares en quienes puedas confiar para desahogarte de vez en cuando. No te aísles, tu vida con VIH no tiene por qué ser un secreto.
6. Disfruta del placer: Los orgasmos desatan una oleada química muy benéfica para tu cuerpo. Te ayudan a dormir, aumentan tus niveles de inmunoglobulina (un tipo de células combaten las infecciones) y reducen el estrés y la depresión. Ya sea en solitario o con compañía, el placer sexual puede (y debería) seguir siendo parte de tu vida, tomando las precauciones necesarias, como usando condones para no adquirir infecciones de transmisión sexual y siguiendo tu tratamiento al pie de la letra para conseguir una carga viral indetectable.
Sabemos que la vida con VIH no es una receta de cocina, pero tener una lista de pasos a seguir para empezar no está de más.
Recuerda que si ya tienes un diagnóstico de VIH, pero todavía no comienzas tu tratamiento, o si lo suspendiste y quieres retomarlo, en AHF República Dominicana podemos ayudarte. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y conoce todos nuestros servicios.