Tomar tratamiento antirretroviral es esencial para quienes viven con VIH. Sin embargo, esto podría no quedar claro para algunas personas que recién se enteran de que viven con el virus. Las razones que hacen esto tan importante son varias y van más allá de suprimir la cantidad de virus en el organismo.
Si recibiste tu diagnóstico y estás dudando del momento en que debes comenzar con tu tratamiento, quizás se deba a que has escuchado ideas erróneas (o desactualizadas) sobre lo que el tratamiento hace en tu cuerpo. Hace muchos años se decía que los medicamentos causaban más daño que bien, y que era mejor esperar a que el sistema inmunológico estuviera muy dañado para comenzar a tomarlos.
La experiencia y el avance científico han permitido que: 1) hoy se tenga la certeza de que, cuanto más pronto se comience a tomar el tratamiento antirretroviral, más sano se mantendrá el sistema inmunitario, y 2) se desarrollen nuevos medicamentos, más sencillos de tomar y con muchos menos efectos secundarios.
“Pero yo me siento bien…”
Cuando el VIH entra a tu organismo, de inmediato comienza a multiplicarse, y para ello usa como una especie de “incubadora” a las células inmunitarias. Entonces, comienza una dinámica en la que, mientras más copias del virus se producen, más células de defensa se destruyen. El problema es que este fenómeno no causa síntomas alarmantes, y la infección puede seguir avanzando de esta manera durante años.
Es por eso que cuando alguien dice “no es necesario tomar el tratamiento porque me siento bien”, no parece tan descabellado, pero sí refleja la falta de información sobre la forma de actuar del VIH. Así, para el momento en que esa persona empiece a desarrollar complicaciones de salud que la hagan “sentir mal”, su sistema inmunitario estará severamente dañado.
Lo anterior explica por qué es importante comenzar a tomar medicamentos tan pronto como sea posible. En algunos países, se empieza incluso el mismo día del diagnóstico. Al comenzar de inmediato, se logra frenar la replicación del virus, lo que da oportunidad al sistema de defensa del cuerpo para que se recupere y se fortalezca.
El tratamiento antirretroviral te hace “indetectable”
Mejor dicho, los medicamentos no te hacen indetectable a ti, sino al VIH dentro de tu organismo. Al evitar que el virus lleve a cabo su ciclo de replicación, la cantidad de copias disminuye cada vez más, hasta llegar a niveles tan bajos que no son detectables por las pruebas de laboratorio más comunes. A esto se le llama tener una carga viral indetectable.
Al lograr una carga viral sea indetectable, se detiene el daño que el VIH causa al sistema inmunitario, lo que mantiene a las personas con VIH saludables y las hace menos propensas a desarrollar infecciones o enfermedades graves.
Como un beneficio adicional e igual de importante, debes saber que alguien con una carga viral indetectable no puede transmitir el VIH a otras personas por la vía sexual (que es la vía de transmisión más común en el mundo).
El tratamiento antirretroviral protege tu salud
Si acaso aún no te convences, debes saber que el tratamiento antirretroviral prolonga y mejora la calidad de vida. Antes de que existieran estos medicamentos, vivir con VIH llevaba, casi invariablemente, a desarrollar el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), una fase avanzada de la infección donde las defensas del cuerpo están tan vulnerables que cualquier microorganismo dañino puede generar grandes problemas de salud.
Sin embargo, desde que el tratamiento está disponible, las personas pueden vivir muchos años con una salud similar a la de quienes no tienen el virus. En muchos casos, las personas que toman su tratamiento de manera constante pueden tener una esperanza de vida comparable a la de la población general.
Asimismo, el tratamiento antirretroviral disminuye la probabilidad de desarrollar complicaciones relacionadas con el VIH en otras partes del cuerpo. El virus puede afectar varios sistemas, incluyendo el sistema cardiovascular y el sistema nervioso central. Seguir el tratamiento adecuadamente reduce el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al virus, como problemas cardiacos, deterioro cognitivo (demencia) o problemas renales.
Pruébate, trátate, cuídate
Ahora ya lo sabes, comenzar el tratamiento contra el VIH es un paso fundamental para cuidar de ti. La vida sigue después de tu diagnóstico, y no se trata sólo de vivirla porque sí, sino de vivirla con calidad.
Si quieres hacerte una prueba de detección del VIH gratuita o ya tienes un diagnóstico y quieres comenzar tu tratamiento, en AHF República Dominicana te ayudamos. Sólo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz una cita ya.