Conoce el proceso para hacerte una prueba de VIH

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Sheila

Pocos exámenes médicos están tan estigmatizados como la prueba de VIH. Este virus continúa causando un gran temor, y hay que recordar que el temor no es buen consejero. Si crees que estuviste en riesgo de adquirir el VIH, la mejor decisión que puedes tomar es hacerte una prueba y averiguarlo.

¿De qué tenemos miedo cuando evadimos hacernos una prueba de VIH? En general, podemos decir que tememos a lo que implica vivir con VIH, como el tomar medicamentos de por vida o sufrir discriminación cuando alguien más se entera de esta condición de salud. Quizás hay quienes creen que no podrán tener una vida sexual plena o incluso quienes piensan que vivir con VIH es tener los días contados.

Lo primero que debes saber es que hoy en día, el VIH es una condición manejable con el tratamiento adecuado. Pero para comenzar a recibir tratamiento, es necesario que te den un diagnóstico. A partir de ahí, una institución de salud se encargará de hacerte todas las valoraciones necesarias para comenzar de inmediato los medicamentos antirretrovirales, los cuales han salvado millones de vidas durante las últimas décadas.

La importancia de la consejería

Precisamente por el estigma que aún pesa sobre las personas que viven con VIH, las instituciones de salud u organizaciones civiles que hacen pruebas de detección del virus te ofrecen una consejería previa y posterior. Esto tiene como objetivo de proporcionar información clara, contención emocional y orientación sobre los resultados y los pasos a seguir

La consejería previa a la prueba de VIH te prepara para el proceso y busca resolver tus dudas. En este espacio, un consejero o consejera te explica cómo funciona la prueba, indaga un poco sobre la razón por la que quieres examinarte y te ayuda a resolver todas las dudas que puedan estar causándote ansiedad.

La consejería posterior a la prueba sirve para entregarte el resultado, independientemente de si es positivo o negativo. En cualquier caso, la persona consejera te explicará el significado de tu resultado. Cuando este resultado es negativo, te brindará información sobre cómo protegerte frente al virus y si acaso sería recomendable que te hicieras pruebas periódicas.

Si el resultado fuera positivo, en la consejería te brindarán información sobre los pasos que debes seguir, por ejemplo, si es necesario hacerte una prueba confirmatoria o a dónde debes acudir para iniciar la atención médica. Te explicarán la importancia de tomar el tratamiento antirretroviral y lo que puedes esperar respecto a tu salud a partir de ahora.

También pueden brindarte apoyo emocional. Un diagnóstico de VIH puede ser abrumador y difícil emocionalmente. En este espacio te ofrecen apoyo inmediato y pueden ayudarte a procesar las emociones del momento.

¿Cómo es exactamente la prueba de VIH?

Debes saber que existen diferentes tipos de pruebas de VIH que utilizan diferentes tecnologías y algunas arrojan un resultado más rápido que otras. Actualmente, las pruebas más prácticas, confiables y cercanas son las pruebas rápidas, capaces de proporcionar resultados en minutos.

Las pruebas rápidas se realizan con una lanceta que pincha un dedo para extraer sólo una gota de sangre, la cual se coloca en un dispositivo pequeño (similar a las pruebas rápidas de COVID). En unos 20 minutos, el dispositivo marca uno de dos resultados: reactivo o no reactivo, lo que se entenderá como “positivo” o “negativo”, respectivamente.

En el caso de que acudieras a un laboratorio de análisis clínicos o te hiciera la prueba de VIH en un hospital, tomarán una muestra de sangre como la que recolectarían para hacer cualquier otro análisis, y la estudiarán en una maquinaria especial. Es por esto que las pruebas de sangre tardan algunos días en arrojar resultados.

Deja atrás el miedo, ¡pruébate!

Un prejuicio común es creer que sólo las personas “en alto riesgo” deberían hacerse una prueba de VIH. Esto porque se ha perpetuado la creencia de que únicamente quienes tienen “ciertas prácticas” están expuestos. Nada más lejos de la realidad. Cualquiera que haya tenido una relación sexual sin condón (sin importar si esta fue, por ejemplo, dentro del matrimonio) debería hacerse una prueba de VIH.

Tampoco es relevante tu género, tu orientación sexual o tu edad. Sobre este último tema, según datos del Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos, cada año se registran miles de casos de personas adultas mayores que adquieren el VIH al retomar su vida sexual sin protección después de un divorcio o de haber enviudado.

En este punto es importante que sepas que conocer tu estatus de VIH te permite comenzar a cuidar tu salud a través del tratamiento antirretroviral. Recuerda que las personas que viven con VIH y que llevan un tratamiento adecuado logran reducir la cantidad de virus en su sangre (llamada carga viral) a niveles indetectables, lo que hace imposible que transmitan el VIH a otras personas. Esto se conoce como indetectable = intransmisible.

Si aún estás dudando para ir a hacerte la prueba de VIH, puedes hablar sobre el tema con alguien de tu confianza. Quizás también puedas convencer a esa persona de acompañarte y ambas practicarse la prueba, de modo que estén seguras de las medidas que deben tomar de acuerdo con el resultado.

Hacerte la prueba es un acto de responsabilidad contigo mismo, y adicionalmente, con los demás. Al conocer tu estado, puedes tomar decisiones informadas sobre tu salud. Muchas veces el miedo proviene de la desinformación, así que ahora que ya sabes lo que puedes esperar de una prueba de VIH, no lo pienses más y acércate a AHF República Dominicana, donde hacemos pruebas gratuitas, confiables y en minutos. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp o y haz una cita ya.