Amar tu cuerpo = sexualidad más divertida y segura

Picture of Miriam Ruiz
Miriam Ruiz

Hablar de sexualidad sin amor propio es como querer bailar sin música: posible, pero medio triste. No decimos que esperes amarte al 100% para disfrutar, pero…  sí que un poquito de amor propio hace la diferencia entre un encuentro placentero y uno que solo te deja más preguntas que orgasmos.

Lo básico: si no te amas, te la ponen difícil

Cuando no te sientes bien contigo, es más fácil caer en relaciones donde no te respetan o no respetas tus propios límites. El sexo no es sólo “dar” placer, también es recibirlo. Y si no crees que lo mereces, terminas aguantando cosas que no quieres o aceptando menos de lo que te gusta.

Amarse es saber decir “esto no me gusta” sin culpa. Es elegir con quién compartir tu cuerpo porque te da placer y no por miedo a la soledad o por presión.

Consentimiento: si no es un sí claro, es un NO rotundo

A ver, el consentimiento no es solo decir “sí” o “no”. Es sentirse libre de decidir en todo momento, sin presiones ni chantajes. Y eso va para cualquier situación: desde probar cosas nuevas hasta decidir que hoy simplemente no quieres. Si te aman, te escuchan. Si te desean bien, te respetan. Punto.

El amor propio te ayuda a poner límites sin miedo. Porque no se trata de aguantar nada por “cumplir” ni de hacer cosas “porque así es el sexo”. Cada quien decide su forma de disfrutar y nadie tiene derecho a pasarse de la raya.

El placer también es tuyo, no solo de la otra persona

A veces nos venden la idea de que el sexo es sólo para complacer a otra persona. Error. Si no disfrutas, algo está mal.

Tu cuerpo es tuyo, y su placer también. No hay una “forma correcta” de gozar, pero hay una regla de oro: si no lo estás disfrutando, para. La sexualidad se trata de compartir, de sentir y de conectar, no de aguantar ni cumplir expectativas que ni siquiera son tuyas.

Usar protección también es amor propio

Cuidarte también es quererte. El placer y la protección van de la mano. Usar condones, hacerte pruebas, hablar con tu pareja sobre métodos de prevención… todo eso también es parte de amarte y cuidar tu bienestar.

No es cuestión de “desconfianza” ni de “romper la pasión”. Es simple: si te cuidas, te respetas. Y si alguien se queja de eso, quizás sea momento de pensar si realmente vale la pena estar con esa persona.

Amarte cambia tu forma de vivir tu sexualidad

El amor propio no es una varita mágica, pero sí hace la diferencia. Cuando te quieres, te atreves a pedir lo que te gusta, a explorar sin miedo y a decir “no” cuando algo no va contigo.

Amarse es aceptar tu cuerpo tal como es, disfrutar del placer sin culpa y rodearte de personas que te respetan y te hacen sentir bien. Es tu vida, tu cuerpo y tu placer. Y tú decides qué hacer con ellos.

¡Hazte el favor de dejarte querer!

Si quieres aprender más sobre cómo vivir tu sexualidad de forma plena, segura y con placer, en AHF República Dominicana te acompañamos con información, pruebas rápidas de VIH y acceso a preservativos gratuitos. ¡Porque amarte es el primer paso para disfrutar sin miedo!